24.5.06

LO SIENTO, BUSCADORES DE CERTEZAS

Hoy era el cumpleaños de mi tía. La verdad es que no se cuántos cumplía: llegados a una edad es mejor no preguntar.
Así que allí hemos ido, mi hermana y yo, compañeras de aventuras, a comer con ella. Tras dos horas explicándonos los sitios posibles, para ver cuál nos gustaba más, hemos ido a dónde ella quería. Como era de esperar.
Mi tía es un personaje curioso. Podríamos resumir su vida en dos grandes pasiones: la comida y lamentarse de sí misma. La conversación nunca saldrá de los límites marcados por la última receta de Arguiñano y por lo desgaciada que es. Aunque quieras, no existe escapatoria.
No es de extrañar, por tanto, que en el restaurante no le haya hecho mucho caso...
En la mesa de al lado había un grupo de albañiles. Rojos, casi congestionados, pedían alegremente pacharanes y le tocaban los monfletes a la camarera a la hora de pagar, todo muy masculino y español. Uno de ellos, el más joven, sonreía a medias, callado, mientras el resto seguían agitando la botella de tinto, apurándola. Parece ser que en la gran mayoría de los muertos por accidentes de trabajo la tasa de alcoholemia es alta... Qué tontería.
Mi tía, en ese momento, ofrecía su plato a mi hermana. "¡No quiero!" se resistía ella, perdiendo los estribos tras insistirle por décima vez. "Sí hombre, sí. Mira, hacemos un cambio de platos y ya está, así lo pruebas." Mi tía había sustituído su tostada por los espaguetis de mi hermana.
En la mesa del fondo, un hombre delgado y serio estaba a punto de probar el vino. Seriamente cogía la copa, la acercaba a una nariz larga y afilada, olía, y probaba un poco. "Un auténtico enólogo" había pensado yo, emocionada, recordando Entre Copas. Mi ilusión se desvanecía segundos después, tras verle trajinarse una botella a él solito a medida que le subían los colores.
En ese intervalo de tiempo, y como quien no quiere la cosa, mi tía se había zampado todos los espaguetis. Por supuesto, mi hermana no había probado bocado. "Qué malo es tener que comer todo a la plancha y sin sal, hijas, - se lamentaba mi tía.- Ni comer una puede" decía, mientras rebañaba el plato.
En la mesa de delante se había sentado la Ally McBeal española: maletín, traje de chaqueta y una agenda más grande que ella. Cincuenta años, eso sí, cargada de oro y de unos kilos de más. Hablaba por el móvil y comía la verdura con afectación. Si hubiese sido caviar, ni me lo imagino.
"De postre... Tarta de chocolate,- pedía mi tía en esos momentos.- Total... Un día es un día" y reía alegremente, como esas personas que creen que te engañan cuando las únicas engañadas son ellas.
Así que no pude más que mirar al fondo, hacia el lugar que había ocupado el enólogo. Estaba vacío, pero la lámpara se movía peligrosamente. Parece ser que, alguien, no había calculado muy bien las distancias.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Se me han adelantaaaadoooooo, bueno, no pasa nada, en el próximo posted yo seré la primera...ja ja ja.
Lo gordo de la tía es que... "no me gustan los espárragos trigueros pero... cómo voy a dejarlos en el plato?" o "uuyyy hija mía! están demasiado apañados estos espaguettis eee" pero a lo q me doy cuenta ya no quedaba ni uno en el plato, y suerte q solo 2 minutos antes le habiamos comentado que huntarte el plato mejor sólo en casa... jiji (me ha hecho un favor la verdad, porque este viernes tengo la graduación y tengo que lucir buen tipo!!)
Pero... no seamos malas, que, pobrecica ella, es la única en el mundo que sufre en el dentista y... lo mas importante, tras empastarle la muela... la comida no le sabe a nada!!!!! NOOOoOOoOOOOooooooOOOOooOooO

Carlos (Sr. Chow) dijo...

Curioso texto de peculiares personajes.
Bueno, no sé si quizás es un poco tarde para que tu tía adopte otra filosofía o modo de vida. Pero tampoco quiero meterme en tu vida familiar...
Me ha gustado mucho, tengo una visión de ti de alma apasioanda pero controlada, sincera al hablar y con un toquecito mordaz. ¡Un saludo!

P.D: Posiblemente, el enólogo pasó directamente la copa al botijo con un chorro cenital... como en "Entre copas", ¿no?

Isabel dijo...

De nada, Eva M. Espero que disfrutaras de tu cumple.

Ay Anita, cuanta maldad... No reconoces a un ser que está sufriendo...

Y sí, decididamente,es muy tarde para que mi tía adopte otra filosofía de vida (aparte de que a ella le encanta).

En cuanto a mi alma... Difícil pregunta. Apasionada,sí. Controlada también, aunque cada vez menos. Pero mi ironía me distancia y me va bien. Sincera por supuesto (lo soy en "vivo y en directo"... ¿Cómo no lo iba a ser en un blog?)Y mordaz, SIEMPRE. Como decía Oscar Wilde: "La vida es demasiado importante como para hablar de ella en serio"

Un beso a todos y ánimo, Anita, conseguirás ser la primera.

dijo...

me encanta leerte, me apasiona, te has convertido en unos de mis vicios, por si tenía pocos....

Anónimo dijo...

Excelente evasión de lo cotidiano en lo cotidiano. Generalmente no vemos más allá de un palmo de nuestra cara. Ni mucho menos observamos a esa distancia.
Supongo que sea la diferencia entre oir y escuchar. Ver y observar.

Sigue así.

el santo job dijo...

La verdad es que hay restaurantes agradables... por la gente y la fauna que estamos dentro, más que nada. La próxima vez que vaya a uno miraré con el mismo ojo que tú.
Saludos!!!

Isabel dijo...

¡¡Gracias a todos!!

Qué bonito... ¿Querréis pedirme algo? jaja.

Pe, bienvenida y mil millones de gracias. No puedo decir más.

Fran, evadirse en lo cotidiano se me da bastante bien, largos años de entrenamiento. Si observas en vez de mirar descubres tantas cosas... Merece la pena. (Cambiando de tercio, te superas en cada foto, en serio)

Santo Job, bienvenido. Todos somos fauna para otros. No es que retrate personajes curiosos, como decía el Sr. Chow. Es simplemente que TODOS parecemos curiosos según como nos miren.

Un besooooo

Anónimo dijo...

xDDDDD
Desde luego que lo tuyo son las reuniones. ¿y qué restaurante dices que es?
La próxima vez que coma por ahí, echaré un ojo a ver que sale...
un besillo!

Isabel dijo...

La verdad es que, sigo en lo mismo: el restaurante no importa. La gente, todos, somos peculiares en algún modo... Sólo depende de la forma en que miremos.

Y Guitape, eso es una tía y lo demás son tonterías.

Un beso

Isabel dijo...

Y disculpad lo mal escrito que está el mensaje anterior: vuelvo de 12 horas de academia y ya no se ni como me llamo.

Un besico

Vitore dijo...

Yo vuelvo ahora (hace un rato) de una celebración de primera comunión. 26 personajes a la mesa... Sólo he descrito la comida en mi post... bueno y más cosas...
Un beso.

Toxcatl dijo...

Joer con tu tía... yo no habría ido (es que soy mu rancia)

Isabel dijo...

Jaja, no creo que sea porque eres rancia... La verdad es que mucho no apetece, pero hay veces en las que no te puedes escaquear más. Esa es la realidad.

Un beso

Shh... dijo...

Es curioso lo que observamos al mirar a la gente que nos rodea :P
La lámpara... uhmmm, quizá haya producido un chichón en la frente del enólogo :D
Besitos niña!