13.5.06

RECOMIENDO A DA VINCI, NO A DI CAPRIO


El otro día tuve la oportunidad de darme una vuelta por el Prado: acababa de dormir en un hotel de 4 estrellas enfrente de el Reina Sofía, hacía sol, la temperatura era agradable y debía sobreponerme del trauma que me suponía estar de vuelta después de 8 días en mi Istanbul.

Como buena madrugadora allí estaba, en la puerta, quince minutos antes de la hora de apertura. Conmigo, tres chicos ingleses y una pareja indeterminada, así que me entretuve leyendo el 20 Minutos y sus noticias sobre Espe (qué gran filón nos hemos perdido en Zaragoza)

Cuando por fin puedo entrar, me encuentro con el detector de metales y los rayos x para que me examinen el bolso. Paso feliz como una perdiz y me voy a lo que más me interesaba: las Pinturas Negras de Goya.

Ver ciertos cuadros sola es impagable: Los Fusilamientos, Saturno devorando a sus hijos, y todas esas joyas que nos dejó Goya cuando el pobre ya estaba hecho polvo. Entre ellas el Perro Semihundido, que me encanta, casi tanto como debía gustarle a Saura para que le inspirase tanto.
Y tan sola... De hecho hasta los vigilantes me habían dejado allí, no debía preocuparles mi aspecto. Curioso. Muy curioso. Si hubiese visto más películas de ladrones de cuadros me hubiera metido alguno en el bolso.
La cuestión es que me entraron remordimientos de conciencia, así que me dirigí hacia las salas de las Meninas. Los gritos de los turistas me guiaron hasta allí, así que durante un rato estuve escuchando la explicación del cuadro en inglés, francés, italiano, alemán, japonés, acompañado del run-run de las audioguías. Y de nuevo ni un vigilante cerca, qué confiados los madrileños. Y qué abandonado mi amigo Goya, y todos los demás cuadros del museo.
Sólo había gente en esa sala. Me pregunto cómo lo harían, algún tipo de teletransporte que escapa a mi comprensión. Una de las mejores pinacotecas del mundo, y la gente viendo un solo cuadro. Cuatro despistados habían descubierto El Jardín de las Delicias en la planta baja, y un señor a mi lado había gritado, de repente, en una de las salas de Goya: "¡Fíjate que hay aquí!" Señalando a la Maja Desnuda, único espectador del cuadro. El Triunfo de la Muerte, el cual estuve buscándolo por todo el museo, lo encontré en la misma sala que el cuadro de el Bosco, así que no tuve que preocuparme: lo tuve sólo para mí.
La verdad es que somos unos borregos.

18 comentarios:

Pluma Roja dijo...
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Anónimo dijo...

aiin, ¡soy una borrega!

Anónimo dijo...

Bueno, borregos hasta cierto punto; al menos la gente que va a ver Las Meninas tiene esa curiosidad... que no es poco, ya es más de lo que yo esperaría viendo el mundo que nos rodea. De todas formas he de decir que pasa en todos los sitios lo mismo, en todos los sitios cuecen habas que se dice: recuerdo bien pasearme -mejor dicho, correr, porque no había tiempo para más- por salas y más salas del Louvre totalmente desiertas, y recuerdo bien el tener que darme de codazos con otros cientos de personas apelotonadas frente a La Gioconda. De hecho estoy totalmente seguro de que mucha gente aguantaba la hora y pico larga de cola para entrar única y exclusivamente para ver ese cuadro detrás de un cristal, porque si no no se explica.

Lo malo de los grandes museos es que su disfrute requiere de mucho más tiempo del que suele tener disponible para ello alguien que no vive en la ciudad en la que se encuentran. Con esa pena salí yo de El Prado y de algún otro museo de la capital la última vez que dispuse de un día para visitarlos. Y ni siquiera pude ir a ver el de Prehistoria y algún otro que me llamaban más, ¡qué le vamos a hacer!.

Lo bueno es que nadie te dice como tienes que disfrutar de lo que estás viendo. Eso es lo que realmente me gusta de los museos.

Isabel dijo...

Con borregos me refería a lo de ir a mogollón, que nadie se sienta ofendido con eso...

Coincido contigo, Chamaruco, como casi siempre ;) Lo ideal de los museos es disfrutarlos tú solo, sin que nadie te diga cómo hacerlo. Tiene algo de descubrimiento, pasear por las salas y encontrar algo que te sorprenda. Aunque me pasa como a ti: la mayoría de las veces corro más que paseo. Cosas del tiempo.

Un besote

Anónimo dijo...

Museos... oscuro futuro los vaticino viendo como se cuece la cultura en la actualidad en las bases.

Todo a "colecciones" privadas (ahora que coleccionar sellos a distancia está dejando de estar de moda ;) ).

Comeremos pieeeeeedras, lo veo.

Villaykorte dijo...

Siempre que me quedo mirando El jardín de las delicias se acaba por formar un grupito tras de mí.
Y sí, sí somos unos borregos.

Toxcatl dijo...

somos borregos hasta decir basta. Aunque a mí Las Meninas me aburre soberanamente; prefiero a Margarita de Austria, las pinturas negras de Goya (donde esté Saturno, que se quite lo demás), la lechera de Burdeos (que bonito, pero que bonito). Las majas es que estan ya muy vistas y eso... y los cuadros de el Bosco son hipnóticos de alguna manera.-
Aunque los que realmente me subyugaron fueron los de Frida Khalo (si, tuve la enooorme suerte de poder ir a su casa-museo en Coyoacan) la recomiendo desde aquí. Te atrapa desde el primer momento, tanto los cuadros pequeñitos como "unos cuantos piquetitos" como los grandes, como "las dos fridas", por ejemplo.
son inquietantes y serenos (igual que la pintura negra de Goya); bueno, paro que menudo rollazo os estoy soltando

Isabel dijo...

De rollo nada, jaja, ojalá pueda ir a ver el museo de Frida. Para los que estais por Madrid, os recomiendo la Casa Museo Sorolla, precioso. Ya no sólo los cuadros (esa luz en la pintura... Impresionante) sino que la casa y sus jardines también merecen la pena. Son un remanso de paz (el hombre vivía bien, vamos)

Y bueno, del extranjero el MOMA (museo de arte moderno de NY) Nunca me ha impresionado tanto un museo (vi un síndrome de Steandhal y todo, jaja) De hecho a mí no me gustaba el arte moderno y desde entonces me encanta.

Un besote a todos

Ziklia dijo...

Jo, el Prado, me encanta. Yo lo he visto en dos veces. La segunda porque la primera me cerraron antes de poder llegar a Goya. Yo soy borrega de todo: del Bosco, del Greco, de Velazquez, de Durero... y de Goya, por supuesto, que para eso es paisano (forma 2 de borreguismo) y ademas uno de los pintores mas influyentes e importantes de todos los tiempos. Me quedaba extasiada delante de todos los cuadros y ademas sentia que estaba haciendo un autentico e impagable recorrido porla historia de España desde la Edad Media a la Contemporanea.

A mi hermana, que le gusta pintar (aunque es como yo con las novelas: lleva años con el mismo cuadro) le digo que porque no va a ver el Prado cuando vaya a Madrid, que aprendera un monton de pintura. ¿Y que hace ella? Se va al Ikea. Ayyyyyy!!!!!!

Un saludete

Inmita

Vitore dijo...

Somos borregos por culpa de los fascículos de Arte que casi siempre nos acaban poniendo en portada las "mismas" obras maestras (o no) de siempre. Para los que estéis en Madrid es recomendable una actividad del Museo del Prado que se llama El Cuadro del Mes. Es un poco aborregante, pero las dos guías no sólo explican el cuadro que toque sino el contexto histórico y demás. No está mal. Saludos. (gracias por la visita a mi casa ma'heona'e!)

Antonio Martínez Ron dijo...

Estaría una eternidad mirando ese perro enterrado en la arena. Planeo robarlo uno de estos días, pero no se lo digas a nadie

saludos

Isabel dijo...

Vitore: de nada por la visita.

Aberron: si alguna vez te decides a borrar el cuadro, ya me dirás dónde lo guardas: no puedo prescindir de él.

Un besote

Carlos (Sr. Chow) dijo...

Ays, mi visita al Prado... quiero volver.

Muy interesante tu post.

Isabel dijo...

Perdón, a robar, no a borrar... Borrarlo resultaría mucho más desastroso si cabe (aunque bueno, ya se sabe que durante años los estudiosos creyeron que ese cuadro ocultaba algo más, que Goya simplemente había tapado "algo" para dejar solo al perro... Hecho que se desmintió con el uso de los rayos X, lo que volvió al cuadro todavía más misterioso si eso era posible)

Así que igual mi desliz ha sido causado por mi subconsciente...

Un besote

Insanity dijo...

Retribuyo tu visita con mucho gusto.
"El artista no es una clase especial de hombre, cada hombre es una clase especial de artista" W. Morris.
Esa frase está escrita en mi marcador de libros y me encanta :)
Muchas gracias por recibirme en tu casa.
Felicidades para ti.

Achab dijo...

Vaya, así que no soy el único pirado que mira el perro de Goya.

Isabel dijo...

¿¿Pirado?? ¿¿¿Qué insinúas??? Jajaja.

Algunos disfrutan mirando culos, otros coches... Mirar un perro la verdad es que no me parece muy extraño. Y más considerando que lo pintó Goya.

Un besote

totito dijo...

Hola chiquilla
hace mucho puse en mi blog el cudro del perro, es realmente impresionante, unos d emis preferidos si no el que mas.
suelo ir al prado una vez al año minimo, cada vez es un nuevo descubrimiento, esta semana santa descubrí que los más borregos d etodos son el personal que trabaja en el museo.
tambien fui a la casa sorolla por proimera vez, el tio vivvia mejor que queria. tener una casa asi si que es arte.