26.6.06

NO ME ODIAIS A MÍ, ODIAIS A VUESTRA IMPOTENCIA

Me gustan las tiendas de chinos. Sí, ya se, son un antro de mafiosos ilegales, alimañas que se les hace la boca agua mientras observan mis riñones, dispuestos a saltar sobre mí y convertirme en trocitos de Mae desperdigando mis órganos por media China. Lo se, lo se, pero sigo pensando que cuando quieres encontrar algo, vete a un chino.

El caso es que hoy se me ha metido en la cabeza que necesito una agenda. ¿A estas alturas de año? Pues sí, a estas alturas, y por supuesto era un problema que debía solucionar YA mismo.

Valiente para unos, inconsciente para otros, he entrado en el Todo a Cien de debajo de mi casa. Decidida, he ido hasta el estante de las agendas, en uno de los cincuenta pasillos que debe de tener la tienda (y por primera vez, y sin que sirva de precedente, no exagero) Rebuscaba entre el montón cuando, de repente, he oído algo en el pasillo de al lado.

Señora: Oye tú, ¿tienes bolsas frigoríficas?
Silencio.
Señora: ¡Que si tienes bolsas frigoríficas! Como una nevera.
Chino: Ah, nevela.
Se había escuchado un ruido de pasos.
Señora: No, no, una nevera no.
Chino: Nevela.
Señora: No quiero una nevera. Es como eso pero chafado.
Chino: Nevela.
Señora perdiendo la paciencia: No entiendes nada.

La señora ha pasado por mi lado, enfadada, seguida por el chino, que había permaneciendo serio a mi lado. Poco tiempo había durado allí, pues al medio segundo ya tenía compañía: una abuelilla se le había acercado, arrastrando los pies:

Abuelilla: Perdona, ¿tienes metros de costurera?
Silencio.
Abuelilla: Un metro. Un metro de medir.
Chino: Ah, metlo.
Se había acercado a un estante y había extraído una vara larga de madera, que resultó ser un metro.
Abuelilla: No, no, lo mismo pero en blando.
Chino: Metlo.
Abuelilla. Blan-do. Y que se enrolla y se queda metido en una cajita.
Chino, asintiendo con la cabeza y moviendo el metro de madera: Metlo.

La abuelilla había hecho un gesto con la mano y se había marchado, dejando al chino plantado con la vara. Yo también había acabado, marchándome.

Y cuando me iba, oí un chasquido repetido a mis espaldas. Ahí estaba el chino, andando frenéticamente por el pasillo, arriba y abajo. Golpeaba los estantes con la vara.

28 comentarios:

CGI MANAGEMENT dijo...

Jajajajajajajajajaja!!!!
Pobre chino, qué impotencia :(
Con las ganas que tienen siempre de agradar (o vender). Hay un chino cerca de mi casa y creo que no hay día que no vaya a por algo, aunque sea tabaco para mi madre. Me gusta oír "¿emelai?" (*). Me encantan.

(*) LM light.

dijo...

Para que después se hable de la globalización...

Toxcatl dijo...

no sabes la pena que me da a mi esta gente (esta vez va de veras, eh?; que yo tambien tengo mi corazoncito, debajo de muchas capas, pero está ahí).-
Vienen de su pais a un pais extraño, no hablan el idioma no conocen las costumbres, nadie les ayuda en lo mas minimo, suelen vivir en lso bajos de estas tiendas... y encima tienen qeu aguantar a gente poco recomendable como clientes por qeu son el publico objetivo de su negocio (que no es suyo, que es de un señor que lo ha puesto y les ha "alquilado como mano de obra barata"...
Y esto de que viven en lso bajos de las tiendas, lo he visto con estos dos ojitos miopes que venian con la cabeza...

Guillermo dijo...

Me cuesta horrores entenderles cuando me dicen cuanto cuesta algo.
Creo que lo que más les cuesta pronunciar es 'Cuarenta', alguna vez opto por rendirme y darles un par de monedas (cuando es algo de poco valor) y esperar el cambio.

Algo que me choca es que a veces está toda la familia en la tienda, los niños correteando, la abuela sentada en un pasillo, el primo, la hermana...

Achab dijo...

A mi el del metlo me da miedo, mucho.

el santo job dijo...

Pues a mi los todo a cien me encantan. El de mi barrio no habla español já le maten. Y yo he tenido que aprender un part de chorradas en chino para hacer la gracieta. Bueno, es que en mi barrio ellos llevan el restaurante chino, la lavandería, el todo a cien, el dojo para el karate y una mercería. Así que también podemos hacer todos un pequeño esfuerzo para ayudarles a integrarse, no?
Xai Xien! (adios)

Shh... dijo...

jajajajajajajajaja
XDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Qué bueno Mae!!!!!!!!
De todas maneras de poco te deben servir aunque tengan más cosas que El Corte Inglés si no te entiende!!!
Me reí mucho niña!!!
Un besazo!

Isabel dijo...

Florecilla:

¿Verdad que sí? Qué impotencia, con lo que ellos se esfuerzan.

Saravá:

La globalización no la hacen las señoras consumistas. Bienvenido.

Toxcatl:

Jaja, ya sabía yo que tenías corazoncito. Estos chinos son vecinos míos así que viven en piso, eso sí, ya he perdido la cuenta de cuántos están en un piso de dos habitaciones.

Guillermo:

Sí sí, toda la familia pluriempleada, pobrecicos. Y en cuanto a "cuarenta"... Es que es una palabra muy chunga. Bienvenido tú también.

Achab:

Sí, lo cierto es que muy tranquilizador no resultaba con la vara...

El Santo Job:

Yo cambio el chino (del que podría apuntarme unas palabras porque sería una forma estupenda de aprender, jeje) por una sonrisa y el constante asentimiento de cabeza oriental.

Najwa:

Me alegra que hayas pasado un ratito agradable guapa.

Muchos besos y por favor, pronunciad bien.

Rocío dijo...

jajajajajajajajajajajaja.
los pobres, a mi me dan pena, y no creo q te miren para sacarte hasta los ojos pero bueno jajajajajaja...
y la pobre abuelilla...yo en esos casos me he llegado a meter, y he intentao ayudar a ese tipo de gente, pero creo q ahi es donde esta el racismo.. cuando ni unos ni otros hacemos por mezclarnos y sobretodo aprender de aquellos que tenemos alrededor...

Anónimo dijo...

xDDDDDD
Por aquí, no tienes ni que ir a preguntarles, basta con que lo susurres. Nada más entrar, te siguen a medio metro de distancia más o menos, a veces incluso se te posan en el hombro.

Carlos (Sr. Chow) dijo...

"Un antro de mafiosos ilegales, alimañas que se les hace la boca agua mientras observan mis riñones, dispuestos a saltar sobre mí y convertirme en trocitos de Mae desperdigando mis órganos por media China."

Jajaja, ¡impresionante!
La verdad es que no voy a tiendas de chinos. No tengo ninguna cerca, la gente de mi pueblo va "a los moros". Que también es grandísimo. A veces también he escuchado detrás de mí un caso parecido al tuyo. La gente se queja de que no se enteran de nada... deberían tener más paciencia. Aunque si los chinos no se esfuerzan (que lo dudo) en aprender el castellano...

¡Un saludo con reverencia!

Cazadora de almas dijo...

Jajaja! A mí me encantan estas tiendas! Lo que no entiendo es porque la gente se enfada si no nos entienden...para eso estan las mercerias españolas de toda la vida! Y en esas, a veces, tampoco te entienden...

Besitos!

Zuviëh S.F. dijo...

Ô_o veo la imagen de Lulu, decido entrar a ver qué tal este blog y leo el post. ¡Menos mal que yo pregunto jamás en los chinos! (porque comprar, a veces sí que compro, gomas y horquillas para el pelo y esas cosas...)

Isabel dijo...

Jerseygirl:

Sí, desgraciadamente, hay racismo en tantos lugares...

Pluma Roja:

Jeje, sí, suele pasar. Yo creo que están hartos de que les roben.

Carlos:

Gracias por la reverencia. Yo también me inclino ante ti.

Cazadora de Almas:

A mí también me encantan y creo que lo mínimo que puedes hacer es intentar que te entiendan... La palabra "frigorífico" no me parece muy básica la verdad.

Zuviëh:

Enhorabuena, segunda persona del mundo de los blogeros que identifica la foto. Aunque la uso tanto que, para mí, esa foto soy yo :)

Un beso a todos.

Ángel dijo...

Odio la comida china y sólo una vez he compardo en un chino: una botella de whisky, dos litros de CocaCola y una bolsa de hielos. Recibí un servicio ejemplar. Ya era tarde y mi amigo me aleccionó para que le dijera que iba de su parte. 'Ah, sí, José'.

Me despachó el refresco y el hielo mientras yo no dejaba de preguntar por el whisky. 'No ploblema JB, no ploblema JB', decía el chino. Con la bolsa en la mano y aún esperando la botella de destilado, me coge del brazo y me saca a la calle, cierra la tienda y me acompaña unos metros hasta la casa de mi amigo.

Ya en el portal, miró a izquierda y derecha varias veces como si fuera a cruzar la M30 y, cuando se sintió seguro, se bajó la cremallera del abrigo, sacó la botella y me la entregó. ‘Mucha policía en este balio’, se despidió.

Ardaleth dijo...

你好!

A mí también me encantan las tiendas chinas, esas inagotables fuentes de extrañas golosinas y râmen instantáneo XDD

Como digo siempre, tras apenas unos meses de estudio de chino, he llegado a la conclusión de que aprender castellano para esta gente tiene que ser infernal... casi me atrevería a decir que incluso más difícil que el chino para nosotros, quitando la escritura!

Pero bueno, como dice el santo job aprenderse cuatro chorradas va bien, quedas como dios y de vez en cuando consigues descuentos por hacer la gracia jeje.

Por cierto, mae, en eBay venden disfraces de Lulu jaja aunque son un poco cutres ;)

Besos!

Fernando J. López dijo...

Qué difícil hacer tu vida en un lugar tan alejado culturalmente de tu forma de ser y de sentir... Y qué poca paciencia tenemos los demás en estos casos.
La anécdota, por cierto, estaba fabulosamente relatada. Y tiene más trasfondo del que parece... A veces, la realidad nos queda muy cerca de casa.

Alter Ego dijo...

Si es que los chinos se estan masificando, estan reventando el mercado de los tradicionales "2' Duros" y los "Badullaques". Debajo de mi casa hay otro, y no tienen el problema del tuyo, porque aqui son los chinos los que contratan a gente española. Esto es la globalizacion. Estamos demasiado acostumbrados al "Mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". Saludos

Zuviëh S.F. dijo...

xDDDDDDD

La reconozco porque me compararon con ella (en carácter). No, aún no me he pasado el FFX, aunque tal vez lo haga algún día por eso de recoger datos.

Bito dijo...

Qué putada,sobre todo para el chino que se quedo sin ganar sus dos eurillos, digo yo que si ordenaran mejor las tiendas (por temáticas y tal) o aprendiesen un tanto de castellano, o contratasen a alquien en castellano les iria mejor ¿no?, claro que también perderían toda la gracia.

¿Compraste al final tu agenda?

Vitore dijo...

Una vez necesitó mi madre ajos. Fui al chino de la esquina que tiene fruta y bebidas y me dió unos auténticos ajos de Chinchón, localidad madrileña famosa por ello y porque parece que muchas parejas chinas se casan alli (¿¿??). A las pocas semanas, mi padre compró en la frutería del gourmet española unos ajos... chinos!... Eso; la aldea global.
Besos.

Rhufus. dijo...

Que lata, el chino no vende nada, acá abundan los restaurantes chinos, son buenos....son simpáticos estos chinos, por lo menos acá están muy lejos para llevar órganos para china, pero como siempre digo, lo mejor que tienen los chinos, son las chinas...jejeje...
Paciencia con ellos...
Besos.

Isabel dijo...

Uf, veo que no me puedo ir de vacances cuatro días, que se me amontonan los comentarios, jaja. Pero vamos allá.

Ángel:

A mí la comida china me encanta, sobre todo las bolas de dragón :) Estupenda anécdota.

Ardaleth:

Qué te puedo decir, con la de veces que hemos dado vuelta las dos en los supermercados chinos.

Cinephilus:

Gracias. Y sí, hay tan poca paciencia...

Alter Ego:

Globalización o no, creo que la gente no está preparada para ella.

Zuviëh:

Pues ánimo con el FFX, que es estupendo. Un besote.

Brutus:

Vivan los todo a cien para los compradores compulsivos.

Bito:

Puede ser pero, ¿y la gracia?

Vitore:

Eso sí que es la aldea global, jaja.

Kmisteriosa:

Sí que es misteriosa sí.

Richthofen:

A mí también me parecen simpáticos, la verdad, en cuanto a los chinos (sexo masculino9 Umm... Son mejorables, la verdad.

Hala, muchos besos y disculpad la ausencia ;)

Isabel dijo...

Ah, se me olvidaba. No, Bito, no encontré la agenda. Parece ser que ni siquiera los chinos se han planteado tener agendas en julio. Tendré que esperar a septiembre.

Besos

El Kalandraka dijo...

Donde yo vivo tengo Chinos para elegir, y no solo de todo a cien, sino de alimentación, lo copan casi todo. Paradojicamente mi chino favorito es coreano, de Seul.
Cuando entras y pido el pan grita como un loco paaaaaaaaaan, tleeeeeenta. Me quedo alguna vez hablando con él, entiende bastante y habla no muy mal. Pues compruebo como entra otra persona y le cobra 35 por el pan, cuando se va, me mira y me dice: amigo tlenta.
Lo peor fué cuando tuve que comprar pan rallao, me costó la vida, pero lo tenía, y de la marca DIA.
Además yo también compro agendas a mediados de año, mis mayores agobios se soluconan con una agenda, ya que son cosas que hacer que me saturan la memoria, me compro una, lo apunto y no la vuelvo a usar mas, ni para mirar lo que apunté, hasta otro año que me compre otra.

anónima dijo...

Ainsss cómo me suena eso de los conflictos idiomáticos... aunque yo lo sufro a la inversa. No te imaginas lo bien que sienta que se tomen un tiempo en tratar de entenderte, ahí, con una sonrisa :)
Y la verdad es que los alemanes no se paran mucho no, los que más paciencia tuvieron, como no, fueron los extranjeros que pasaron por ello en su día. El turco del döner, el chino de la esquina, el árabe del locutorio...
Cuando vuelva a España, ahí tengo a mi chino del restaurante esperando a que mis amigos y yo lo saquemos de nuevo de fiesta, es un encanto!

¿Qué tal volviste de tu escapada? ¿qué tal esos exámenes? ¿Qué tal si me callo y espero a que cuentes algo?...

El Cremero dijo...

Estamos todos locos, y los pobres chinos no lo comprenden.

Isabel dijo...

Busano:

Ya se sabe, no hay como tener un amigo chino.

Sabejal:

¿Qué te puedo contar? Una estupenda escapada pero muy breve, qué se le va a hacer. Y exámenes, ya no tengo, mi primer junio en toda mi vida sin exámenes. Ay, qué recuerdos, jeje.

Guitape:

Mi silencio está durando demasiado... A ver si le pongo fin.

Cremero:

Como diría Homer: "Toooodos locos"

Muchos besitos y gracias a todos por cuidar del sitio en mi ausencia