Después de preparar el examen de traumatología (que tengo dentro de unas horas, por cierto) con mi compañera Carmen en la biblioteca, me he dado cuenta de varias cosas...
1. Estudio desganada: no me planteo nada, podría poner que las vacas vuelan y yo me lo aprendería tranquilamente.
2. La gente se ralla mucho (o yo muy poco) "¿Este ligamento por dónde va?" Pues lo más probable es que yo ni siquiera tenga subrayada esa línea, con lo que es la primera noticia que tengo del ligamento en cuestión (como para plantearme algo sobre su existencia)
3. No estoy donde debo estar: lo digo porque muchas veces me preguntan sobre algo en concreto y a mí no me suena de nada... Hasta que me doy cuenta de que lo acabo de leer, o se supone que lo he estudiado cuatro veces. Sin duda no está bien pero... La de cosas que puede pensar una mientras estudia :)
4. Soy muy tranquila. Cuando ayer a las 6 de la tarde dije que no estudiaba más, intentaron llevarme al Lado Oscuro: "Pues sí que vas sobrada ¿No?" "¿Por qué no intentas aprenderte algo más?" "Seguro que otro repaso..." Pues mira, no voy sobrada (simplemente me canso, no hay que buscar razones más profundas) si intento aprender algo más me voy a poner mala, y otro repaso... Venga, mejor otro día.
En fin, estoy rodeada de desequilibrados (dicho con cariño...) Y yo tengo otro tipo de desequilibrio, único y genuíno. Qué bien, sigo siendo original en un mundo de copias.
4 comentarios:
Yo hay una serie de cosas que ya tengo claras en casos así:
-El estudiar el último día a carrera para tratar de "quedarte con algo más" es masoquismo puro. Si lo has estado preparando días antes, lo que no se te haya quedado no lo vas a solucionar a última hora, con pirsas; sólo sirve para ponerte de los nervios y eso siempre es contraproducente. Yo el día antes hago cosas como irme a nadar, o a tomarme unas cervezas.
-La peña se come mucho el tarro con memeces y no discurren nada.
-La Universidad en España, salvo contadas excepciones, da bastante asco en su conjunto, los exámenes no sirven para ver quien sabe más sino quién se ha aprendido mejor las cosas de memoria... y eso es lamentable en las carreras de ciencias.
Yo sí soy persona de estudiar el último día (básicamente porque lo dejo casi todo para él), pero lo que me pone mala es estar fuera del aula a media hora para el examen y que la gente se pregunte dudas. Dejando aparte que a mí si me preguntan me pasa como con tu ligamento, me pone nerviosa. ¿De verdad creen que va a servir de algo una explicación improvisada a esas alturas?
Y la otra regla de oro: Al acabar, ese examen nunca ha existido. No se comenta. No se comparan resultados. Como mucho un escueto 'psá' o un 'bueno, creo que bien' y ya. Si es absurdo comerse el tarro antes del examen, más absurdo es hacerlo después.
A mí también se me va mucho la pinza mientras estudio... basta con ver todas las cosas que hay apuntadas en los márgenes de libros y apuntes para ver que a veces dan miedo.
Ánimo y suerte!
Qué razón tienes en eso de que cuando se termina un examen se ha terminado y punto. Cómo me molesta a mí cuando te llega el típico con lo de ¿y en la tres era esto no? ¡¡coño!! qué más da, si ya lo has puesto y no lo puedes cambiar...
jaja, estais en mi grupo!!
ODIO que la gente me pregunte. Mi examen sí que nunca existió. Salgo, me encojo de hombros normalmente (tiempos ha que no salgo muy contenta de ninguno) y fin. Desgraciadamente mis amigas no opinan lo mismo, y te preguntan todo. Con lo cual me voy a dar una vuelta en plan autista hasta que se les pasa la fiebre de las preguntas. Aunque siempre llega a mis oídos alguna y SIEMPRE está mal. Qué cruz...
Como tú dices, Chamaruco, si ya lo has hecho... ¿¿Para qué darse mal??
Publicar un comentario