18.10.05

ME DESLIZO POR AVENIDAS SIN COORDENADAS

Llegar al final del día con este estado de agotamiento no se si es bueno... En fin, después una que duerme bien: son las 11.50 horas e, ilusa de mí, tenía la esperanza de dedicarle un buen rato a la traumatología hoy. Otro día será, que hay más días que longanizas. Afortunadamente quedaron atrás los tiempos en los que a no estudiar seguía un sentimiento hondo de culpabilidad. Ahora, ¿qué es eso? Creo que he trabajado tanto que aunque a partir de mañana me dedicara a estar tumbada en el sofá nadie podría decirme nada.

Por supuesto, es un trabajo psicológico, pero creo que cansa como el que más. Esto de dedicar la mayoría de las horas del día a estudiar algo que no te gusta... Es duro, pero bueno, la verdad es que estoy contenta de mi fuerza de voluntad. A lo mejor es simplemente que a nadie le gusta lo que hace, aunque no lo creo. A mí me gusta el alemán, por ejemplo (aunque pueda resultar difícil de entender, ich liebe Deutsch, jaja) y no me cuesta esfuerzo estudiarlo. Pero la carrera... Afortunadamente queda tan sólo el último esfuerzo, aunque duro, duro, durísimo. Espero que el ver el final tan cerca me anime.

Bueno, si no es la trauma, será un poquito de Zen (jaja, exactamente lo mismo) Pero algo productivo habrá que hacer para lo que queda de día.

Ah! Y como veo que se me acaba el impulso de esta estrofa, y para que nadie se disguste sin conocer el final del verso:

"... Las estrellas están desordenadas
me deslizo por avenidas sin coordenadas
a este rincón de España donde estamos las pirañas,
donde no limpian las telas de araña"

Nada es casual. Nada es casual

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