Este viernes volví a ver Farenheit 9/11. La verdad es que me alegré de invertir así esas 2 horas de mi vida. Había muchos datos que había olvidado y así conseguí revivir parte de mi odio a Bush que se había apagado por la falta de noticias suyas. Que Michael Moore manipula para ganar votos a los demócratas, tal vez. Pero qué le voy a hacer, me encanta.
(Según mi padre es raro que no haya tenido un "accidente" después de poner a parir al presi con la de cosas que pasan por esos lares. Papá, si estás leyendo esto, deja de ver CSI)
Por lo demás, fin de semana variado. El viernes Farenheit. El sábado me desperté por la mañana con la noticia de que los obispos pedían más dinero al estado porque no tenían suficiente (claro, querer invertir en la cuenta naranja es lo que tiene. Y si no que se lo digan al obispado de Zaragoza: los terrenos que el ayuntamiento les regaló hace años para construir el seminario, los han vendido ahora a una constructora (como no hay nadie para entrar al seminario... Yo me replantearía lo de los gays) para construir pisos de lujo. Pero por supuesto, el dinero no se lo van a devolver al ayuntamiento, se lo quedan ellos. No está mal el negocio.) El sábado a la hora de comer vino mi tía a casa y tuvimos una estupenda discusión sobre reciclaje, arbolado en las calles de Zaragoza y españoles. NUNCA intenteis dialogar con una señora de 60 años que empieza diciendo que no sabe por qué las mujeres ya no dan costura en el colegio.
De todas formas, el problema es mío, que no me se callar. Pero cuando dijo que los españoles éramos todos muy nobles y muy buenos y no como el resto de los europeos, que eran unos "estrechos" me la hubiera comido. Si algo he aprendido de mis viajes es que los españoles siempre la armamos... Para mal. Maleducados, ruidosos, sucios... Y sobre todo, bien orgullosos de ser lo anterior. Podríamos aprender un poquito de educación del resto de los países, digo yo.
Odio la cultura americana como la que más. Pero cuando estaba en Nueva York y veía a la gente en silencio, tirando las colillas a los ceniceros, respetando las prohibiciones de prohibido fumar o tirando papeles a las papeleras, flipaba. Hasta ellos tienen más urbanidad que nosotros.
Lo siento, pero admiro a todos esos países extranjeros en los que la gente es consciente de que puede molestar al otro, e intentan comportarse de la mejor forma posible con los demás. Mir gefällt diese Leute, das ist alle. (Vamos, que me gusta ese tipo de gente)
Y hoy me he dado cuenta de que mi alemán hablado ha mejorado un 200%. Qué guay.
Volviendo al fin de semana. Sábado tarde... Um, un rato de bajón que solucioné con mi sistema particular de Mandala, haciendo puzzle vamos. Salida por la noche un rato a la tetería, con parejas características en las mesas de al lado: primero, una pareja joven que parecía salida del concurso de la Anabel Alonso de búsqueda de parejas, no me digais por qué. Eso sí, el chico llevaba una camiseta ilustrando el trabajito de la becaria a Clinton con el rótulo de "Get a job". Muy apropiado para causar buena impresión...
Esa pareja un rato más tarde fue sustituída por el típico señor trajeado de 70 años, gordo y ufano que tenía trato de favor en el local (mafiosillo, vamos) acompañado de una sudamericana de unos 50 y muchos, del estilo de Rubens, con un moño en plan coliflor y una camiseta que de tanto brillante hacía mal a los ojos. Además, para enseñarnos bien las medias puso la pierna casi encima de la mesa y ella y el mafioso se entretuvieron estudiando carreras (no precisamente de las que hago yo). Y bueno, ahí se quedaron magreándose cachimba en mano cuando nos fuimos.
En cuanto al domingo... Por la mañana estudio (malo para la salud) después quedar un rato y devatir sobre el Opus (mi tema favorito, jaja) y sobre la gente que se estropea la salud a posta. Y por la tarde partido en la Romareda (PEOR para la salud) con posterior te para entrar en calor.
Cuánta cosa.
En fin, hora de dormir. Mañana día largo...
Y bueno, ya que he hablado de New York, una foto de allá: esta es una plaza de Wall Street, bastante curiosa. La que estoy haciendo la foto soy yo. Me encantan los diferentes tipos de casas que se ven... y ¡¡Mirad el suelo!! ¡¡Todo limpio!! Aquí estaría lleno de papeles y de restos de botellón (no tengo nada en contra del botellón... Pero mira que somos guarros)
(Otro día pondré alguna foto del Cairo con sus montaaaaaaañas de basura, jaja. Así todos contentos.)
2 comentarios:
Lo de la educación de la gente va de mal en peor. Recuerdo los carteles del metro "Antes de entrar, dejen salir" y "En beneficio de todos entren y salgan rápidamente, no obstruyan las puertas". Hoy, para salir de un vagón del metro tienes que hacer un placaje a una muralla humana instalada delante de la puerta. Afortunadamente soy bastante ancho de espaldas y cuando me ven venir suelen apartarse, por eso o porque ya les he dado un meneo en alguna otra ocasión.
Es la primera vez que encuentro alguna ventaja a no tener metro... Jaja.
Pero las multitudes ya las he sufrido, y cuando una es pequeña, se llevan mal.
En fin, ya se sabe que nadie se aparta... Empezando por las abuelas (¡Viva lo de andar cogidas del brazo ocupando la acera!)
Ante todo... Mucha paciencia
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